El calvario de Irati Ros
08/01/2018
Irati Ros llegó avalada a Mulier tras una gran temporada en la delantera de Amigó con 20 goles en la Regional Femenina y con muchas ganas de desmotrar pese a su juventud que tenía hueco ante una delantera consolidada en la categoría como Lorena Herrera y Maider Irisarri o incluso a nivel profesional como era el caso de Izaskun Leoz.
Sin embargo, sus buenas actuaciones en la pretemporada auguraban un buen año para la joven ariete. Una aparente lesión muscular truncó sus opciones de debut con la camisola rojilla. Posteriormente y ya cerca de su recuperación se lesionó en un salto con el peor de los diagnósticos posibles, rotura del ligamento cruzado con afección al menisco. Todo se torcía. Fue operada en diciembre y no jugaría hasta la próxima temporada.
Una fase de recuperación junto a los amigos de All Fisio permitió que Irati estuviese entrenando sobre el campo a finales de mayo. En julio partiría como una más en la categoría.
Una vez más, el infortunio se iba a cebar con Irati. En el primer entrenamiento de esta temporada sufrió unas molestias en la rodilla con diagnóstico de esguince en la misma rodilla. Sin embargo, en una resonancia a posteriori en el Grupo Sannas se confirmó que el menisco estaba afectado, finalmente se confirmó la rotura de menisco.
Es por ello por lo que Irati volverá a ser operada el próximo miércoles y tendrá que estar aproximadamente un par de meses más de baja que retrasarán su participación hasta el mes de marzo. La luz comienza a verse a final del túnel aunque todavía resta una intervención quirúrgica que alargará a 18 meses un calvario que arrastra Irati desde agosto de 2016.
¡ÁNIMO IRATI!